miércoles, 13 de septiembre de 2006

Radio Futura

Recién estrenados los ochenta sonaba con fuerza un grupo que llegó a ser considerado el mejor conjunto de rock español de todos los tiempos: Radio Futura. Con influencias punk y de la música electrónica, obtuvieron un éxito inesperado con sus primeros trabajos y comenzaron a realizar continuos cambios en la banda en busca de nuevos sonidos.

Aunque yo ya había escuchado algunos de los temas más famosos del grupo, mi conocimiento profundo de Radio Futura llegó en la época de la facultad, a través de un compañero que me prestó tres o cuatro discos suyos. Con ellos descubrí un sonido más duro, distinto del pop al que yo estaba más acostumbrada, y letras bastante más áridas que despertaron en mí un cierto interés. Las canciones, compuestas casi en su totalidad por los hermanos Santiago y Luis Auserón, hablaban de historias mundanas y marginales, tristes y crueles. Ambos eran el alma del grupo, volviendo hoy al panorama musical como dúo después de sus proyectos por separado.

La canción que he elegido se incluye en su disco "La canción de Juan Perro", publicado en 1987. Se trata de "Annabel Lee", un precioso tema traducción directa de un poema de Edgar Allan Poe.

Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.

Éramos sólo dos niños mas tan grande nuestro amor
que los ángeles del cielo nos cogieron envidia
pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad
como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.

Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche
para helar el corazón de la hermosa Annabel Lee
y luego vino a llevársela su noble parentela
para encerrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.

No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.

Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores
que saben más, como dicen, de las cosas de la vida
y ni los ángeles del cielo, ni los demonios del mar
separarán jamás mi alma del alma de Annabel Lee.

No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida, hermosa, mi vida, mi esposa.

En aquel sepulcro junto al mar
en su tumba junto al mar ruidoso.

Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.

4 comentarios:

  1. Soy metálico, en el jardín botánico... con mi piensamiento sigo el movimiento de los peces en el agua.

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  2. Otra wena, pero antes me quedo con "37 grados", por ejemplo o incluso "Escuela de calor", con la versión original por supuesto.

    saluditos

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  3. Hola

    Preciosa canción. Me ha traído tantos recuerdos...

    Gracias por recordármela.

    Un saludo.


    Juan.

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  4. Sin duda lo es, Juan.
    Gracias a ti por visitarme.

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