Que un libro sea finalista o incluso ganador de un premio de literatura no significa que la obra en cuestión vaya a ser buena o entretenida. En algunos casos es simplemente una cuestión de marketing y promoción de autores que poco tiene que ver con la solidez de la novela. Elegí leer este libro no por su autor, al que no conocía, ni por su condición de finalista del Premio Planeta 2005, sino por la portada (sí, una vez más) que me inspiró una gran ternura junto con el título.
"Y de repente, un ángel" es una novela sencilla, en la que el peruano Jaime Bayly cuenta una historia humana y muy tierna. Su protagonista es un escritor que vive rodeado de suciedad y dejadez en su casa y es conminado por su novia a solucionar el problema si quiere que ella siga visitándolo para mantener apasionados encuentros sexuales. Ante semejante amenaza, Julián Beltrán, que así se llama el personaje, decide contratar a una mujer ya madura para que le ayude con las labores domésticas. La llegada de esta mujer a su vida despierta en él un extraño instinto de protección. Mercedes es una señora que vive sola, sin familia, a la que su madre vendió de pequeña para servir en una casa. Beltrán se pone como meta propiciar un encuentro entre la madre de Mercedes y la mucama, despertando al mismo tiempo en él relaciones familiares dormidas con sus padres, con los que no trata desde hace años.
Últimamente los temas familiares me tocan un poco más de lo normal, supongo que por mi situación de lejanía con mi familia. El hecho de que el protagonista del libro se alejara de sus padres por una cuestión de dinero y ahora, con su padre enfermo, se niegue a reconciliarse, hace pensar en las cosas que merecen la pena y las que no. Las personas no cambian, estén enfermas o sanas, y el hecho que propició el desencuentro sigue ahí, pero ¿cuánto cuesta comprender y perdonar? El viaje que Beltrán hace con Mercedes en busca de su madre, el reencuentro agridulce de las dos mujeres y, sobre todo, la actitud de Mercedes ante una madre que la abandonó pero con la que mantiene un inexplicable lazo de afecto, hacen que el joven escritor se decante por dar una oportunidad a su padre antes de morir.
Es una obra tierna pero sin moralina, con sus puntos de dureza y también sus toques de humor, dentro de un conjunto narrativo muy armonioso, recomendable para una lectura tranquila y sosegada. En general el libro me gustó mucho aunque el final no me llenó del todo; me dio la impresión de que somos muchos los escritores que patinamos a la hora de dar un final a nuestras obras. Digamos que es una novela sin nada demasiado nuevo pero también sin nada demasiado malo.
lunes, 18 de septiembre de 2006
Y de repente, un ángel
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Publicado por
Lillu
a las
08:43
Etiquetas: LIBROS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola otra vez
ResponderEliminarCuando he leído el comentario que has hecho sobre el libro, me ha venido a la mente una cosa que leí en El Quijote: en los concursos literario procura quedar el segundo, porque el primer premio se lo dan a la persona, y el segundo se lo conceden a la obra.
Por lo que veo te gusta la música (je, je, Radio Futura) y la literatura. En eso nos parecemos.
Un saludo.
Juan.
Jeje muy cierta esa afirmación.
ResponderEliminarSi echas un vistazo, verás en efecto q este blog se centra en cine, música, literatura y algunas otras otras cosillas cercanas a mis preferencias. La cultura en todas sus dimensiones es lo q me interesa, generalmente sin prejuicios y con variedad, aunque siempre fiel a mi gusto personal.
Cada miércoles cambio la música, q normalmente ilustra referencias a mi vida y lo q elijo para hacerla más llevadera :)
Eres bienvenido siempre q desees comentar algo, y muchas gracias por tus visitas.