Pan de ajo

Llevaba tiempo deseando preparar pan de ajo pero no sabía muy bien cómo hacerlo. Mi amiga Giela me dio una receta que me ha quedado riquísima y aquí os la dejo por si queréis probarla. Es muy fácil, rápido y además sirve perfectamente como un entrante casi sofisticado.

Los ingredientes básicos son pan (obviamente), ajos, orégano, aceite de oliva y sal. Se puede usar cualquier tipo de pan pero preferentemente que tenga la miga bastante compacta y que la barra sea gruesa, para cortarlo en rodajas de aproximadamente un centímetro de ancho. Por otro lado se machacan en un mortero dos ajos pelados (echad más o menos ajos según el sabor que queráis darle y la cantidad de pan que vayáis a preparar) con un puñado de sal. Cuando el ajo tome la consistencia de una pasta se le añade orégano al gusto, no demasiado para no anular el sabor del ajo, y un chorro de aceite de oliva. Se mezcla todo bien en el mortero y luego se pasa a un cuenco o recipiente pequeño, añadiendo más aceite si queda muy espeso. El resultado debería ser en realidad como un aceite aromático sin colar.

Es conveniente dejar reposar la mezcla durante un rato para que macere y el aceite incorpore el aroma de las especias. Luego se va extendiendo con una cucharita sobre las rebanadas de pan y se gratina en el horno durante unos 5-10 minutos a fuego fuerte. A la hora de gratinar también se puede poner un poquito de queso para fundir, tipo mozzarella o similar, sobre cada porción de pan.

Se pueden servir solos o acompañados por algún otro aperitivo y están muy buenos también como acompañamiento de una ensalada. Si por cualquier razón no tenéis pan de barra en casa, yo probé también a hacerlo con una rebanada de pan de molde y el resultado es igual de sabroso. Quitándole las cortezas y cortando las rebanadas en cuadraditos o triángulos se pueden preparar una especie de canapés, con queso blanco por encima, tomate fresco o jamón serrano.