Esta semana El País publicaba un reportaje sobre los destinos de vacaciones con grave riesgo para la salud, según las recomendaciones que cada año elabora el Ministerio de Asuntos Exteriores. En algunos países los riesgos se limitan a la escasez de bienes básicos como el agua potable, la proliferación de enfermedades tropicales o el alto índice de robos a turistas, mientras que en otros estados los riesgos de muerte son elevadísimos por la actividad de grupos terroristas o la situación en guerra del propio país.
A pesar de que el Gobierno se niega a hacer una “lista negra” de los destinos más peligrosos, sí se ve obligado a realizar una serie de advertencias a los españoles que tienen pensado viajar a países poco comunes como Yemén o Irak, considerados actualmente dos de los más conflictivos. El Ministerio pone especial hincapié en no viajar solo por carreteras secundarias y en el respeto a las leyes de los países que se visiten, sobre todo en lo referente a usos y costumbres que en occidente son considerados normales pero en algunos países de Asia y África pueden constituir falta grave. También se especifica que el consumo y sobre todo el tráfico de drogas suponen un delito serio en varios estados, tan serio como que en algunos está penado con la muerte.
La lista de penas por tráfico de drogas facilitada por las embajadas españolas, incluye datos como que en Bolivia la legislación no distingue entre consumo y tráfico de drogas y que para ambas se imponen penas de hasta 20 años de prisión, sin posibilidad de indulto. Tampoco hay opción de gracia en Tailandia, Taiwán o Singapur, donde se castiga con la pena capital tanto la posesión como el consumo, incluido el consumo realizado fuera del país si es detectado. En Singapur son tan estrictos que tampoco permiten fumar en muchos lugares públicos ni comer chicles o introducirlos en el país. En Brunei, Malasia, Sri Lanka y Omán el tráfico de estupefacientes se castiga con la pena de muerte, y en este último país el consumo está penado además con 50 latigazos. En Arabia Saudí es habitual decapitar a este tipo de delincuentes, mientras que en China, Egipto, Cuba, Filipinas, Irak o Kuwait hay posibilidades también de morir al ser detenido con drogas. En Japón estos delitos incluyen trabajos forzados durante las estancias en prisión, similar a lo que se aplica en Kazajstan. En Libia está además prohibido el consumo o tenencia de bebidas alcohólicas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores advierte que las condiciones de las cárceles de estos estados suelen ser bastante peores que las españolas y que las embajadas poco pueden hacer si el país en cuestión aplica correctamente sus leyes. Avisan también de que la mayoría de los castigos son mucho más duros que en España, donde por ejemplo el consumo de sustancias no está contemplado como delito. En todo caso, consultar esta página del Ministerio sobre penas relacionadas con drogas puede que disuada a más de uno de iniciar ese inocente trapicheo internacional.
En otros aspectos, las vacaciones en algunos países pueden resultar peligrosas por las condiciones insalubres de la zona. En la mayoría de los países africanos se exige vacunación contra la fiebre amarilla y existe un alto riesgo de paludismo. No existe agua potable en casi ninguno de estos lugares, situación que se repite en varios países de Centroamérica y Sudamérica. Según la época del año, también se recomienda controlar la temporada de huracanes, tormentas tropicales y otros fenómenos meteorológicos con especial incidencia en determinadas zonas.
Con respecto a la seguridad, aunque el Gobierno no se atreve a formalizar un listado de países con riesgo de terrorismo (donde España estaría incluido) sí comunica que “ninguna región del mundo está a salvo de posibles actos terroristas”. En este sentido, los países más conflictivos son los que sufren guerras civiles o fuerte actividad de guerrillas organizadas, con especial objetivo en turistas occidentales o cooperantes, como es el caso de Yemén, Arabia Saudí, Chad, Somalia, Guinea, Haití o Pakistán. A otra veintena de países se recomienda viajar sólo en caso de extrema necesidad, debido a su situación de inestabilidad política.
En Corea del Norte los turistas son objeto de vigilancia continua, al ser considerados “fuente de ideología potencialmente peligrosa”, aunque tienen cierta libertad para moverse por el país. En destinos turísticos tradicionales como Egipto o Tailandia se recomienda extremar las precauciones por el riesgo de atentados terroristas, aunque las agencias de viajes siguen ofreciendo vacaciones a esos lugares a precios insuperables: siete noches en Egipto desde 300 euros o 15 días en Tailandia por unos 1.500. Personalmente conozco gente que ha viajado en los últimos meses a Egipto y dicen que no han sentido en ningún momento esa inseguridad, puesto que los convoyes de visita a las pirámides y los mausoleos parten de madrugada y van fuertemente escoltados por el ejército, así que las posibilidades de riesgo terrorista son mínimas. Yo me moriría directamente de un ataque de nervios, así que no podría realizar este tipo de vacaciones.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español facilita una completa guía de cada país con toda la información necesaria a la hora de desplazarse. Está muy actualizada y merece la pena consultarla antes de realizar un viaje a cualquier destino que elijamos. Yo hay algunos que por ahora prefiero verlos en documentales.
Foto 2. Sukhothai (Tailandia). Encontrada en torcuato.wordpress.com.
Lo que ocurre, es que en muchos de esos destinos, es que realmente no me los planteo como destino de unas vacaciones...
ResponderEliminarPero esta claro, que tener todo en cuenta, puede venir bien. Sobre todo lo de las cotumbres, que ya se sabe aquello de que el desconocimiento de las leyes no implica poder saltarselas...
Tomo nota, Egipto y Turquía son dos destinos que siempre estoy a punto de ir pero siempre aparece algun pero (atentados, secuestros manifestaciones...). En el país vasco y Madrid también ocurre pero parece que da menos miedo
ResponderEliminarJose, yo no dudo de que esos países tengan atractivos irresistibles, pero es cierto que yo tampoco me plantearía Somalia o Chad como un destino vacacional :D Supongo que la mayoría de personas que viajan a esos lugares será por motivos de trabajo o de cooperación internacional.
ResponderEliminarVespinoza, es precisamente por eso por lo que el Gobierno no se atreve a hacer esa "lista negra" de destinos, porque España tiene el mismo peligro de atentado terrorista que muchos de esos países. Me recuerda a la página "país de mierda" que hicieron los de una asociación de amigos de Israel para demostrar que las cosas son como cada uno las quiere ver, dada la imagen que se tiene en España de Israel, por ejemplo. Al fin y al cabo esto no son más que recomendaciones y que cada uno en definitiva puede ir a donde quiera mientras se lo permitan :)
saluditos!
Hola
ResponderEliminarEs triste, pero el mundo es así. Es parecido a esas calles o barrios de las ciudades por las que no puedes pasar, o a esos los jardines y parques tan bonitos que te encuentras tomados por navajeros (hay uno en Málaga famoso por eso), solo que a nivel internacional.
Por eso, aunque las cosas en España estén empeorando muy rápidamente, esto aún sigue siendo un destino turístico muy seguro.
Por cierto, reconozco que no iría a países como Egipto (y es una pena), Irán, Irak, la mayoría del Golfo Pérsico y la mayoría de Sudamérica y muchos de Africa por ese tipo de cosas.
Por último, en otros muchos países se comprueba como las leyes son más rigurosas que aquí. Es lo que dices sobre las drogas. También hay costumbres chocantes. Tiene que ser muy desagradable acabar en la cárcel por algo que en España es completamente normal. Tengo un familiar que visitó Irán y Pakistán... como es mujer tuvo que ir tapada de arriba a abajo. De todos modos, a muchas de estas costumbres nos vamos a tener que habituarnos... Hay comunidades de vecinos de mi provincia donde las mujeres no pueden ir en bikini a las piscinas comunitarias. Es por cuestiones religiosas, que ya habrás adivinado.
Es totalmente cierto que también existen movimientos que quieren prohibir el "top-less" en las playas, que el pensamiento retrógrado no distingue países ni clases sociales, pero como eso proviene de grupos de tradición cristiana, la mayoría de la gente se ríe de estas pretensiones. Ahora, si lo hicieran movimientos feministas (por eso de que hacer "top-less" y que los hombres las miren es denigrante para la mujer) o asociaciones islámicas, se les dice que no pero con respeto y argumentando... y mi temor es que quizá se ceda a cambio de votos.
Hombre, eso del "top-less" no es tan grave... En Brasil está prohibido y no viven precisamente reprimidos, pero siempre he temido a cierto tipo de movimientos "moralistas". Era un ejemplo.
Un mundo de locos :-D.
Un saludo.
Juan.
Juan, a mí me ocurre lo mismo con muchísimos países, y me perderé grandes bellezas naturales y arquitectónicas porque mi ansiedad no superaría uno de esos viajes. Me consuelo pensando que ni viviendo cinco vidas longevas podría visitar todos los lugares del planeta XDD
ResponderEliminarSobre lo de las costumbres, he leído también que por ejemplo en Camerún la homosexualidad es ilegal, así que si se va allí hay que cuidarse mucho de hacer alardes de cariño público. En otros lugares están mal vistas también las muestras de cariño públicas entre parejas de distinto sexo. Nos guste o no, son las normas de ese país y hay que respetarlas. En el caso de las comunidades islámicas o de otras religiones en España yo veo bien que hagan lo que quieran y den uso a sus costumbres, siempre y cuando a mí no me afecte en el desarrollo de las mías. Me explico: si yo hiciera top-less en mi comunidad, por ejemplo, ellos no deberían hacer campaña en mi contra siempre que las normas de la comunidad no lo prohíban expresamente. Yo pienso que cada uno puede hacer lo que quiera con su vida mientras no entre en el límite de los demás. Personalmente no me molesta que las mujeres lleven velo si ellas consideran que con ello están más bellas (que hay casos) o que con ello cumplen una función religiosa. Que a mí me lo impongan en mi país, no lo toleraría; que me lo impongan en el suyo es otra cosa, puesto que nosotros aquí también tenemos unas normas que los visitantes deben cumplir.
A grosso modo :D
saluditos!