La caja Kovak

“La caja Kovak” es un ejemplo de película del estilo “quiero y no puedo”. Para ser una película española no está mal, tiene su interés y podría medirse en igualdad de condiciones con casi todos los thrillers mediocres que produce Estados Unidos cada año. Y eso es precisamente lo bueno y lo malo de “La caja Kovak”: está bien pero se queda ahí, no sorprende en ningún momento ni aporta más que lo esperado.

*** Spoilers! ***

El argumento no es nada nuevo ni original pero en principio se sostiene: un escritor de ciencia ficción (Timothy Hutton, que con los años ha perdido la poca expresividad que tenía) viaja a una isla para dar una conferencia. Allí vivirá unos extraños sucesos que desembocarán en la muerte de su pareja y de otras personas, supuestamente suicidios. El escritor conocerá a Silvia (Lucía Jiménez), una joven superviviente amenazada también por la retorcida trama que acabó con la vida de su mujer.

Hay un malo muy malo y muy loco que pretende ser el protagonista de una novela del famoso autor y que se dedica a implantar a la gente chips que inducen al suicidio al escuchar la canción “Gloomy Sunday”. Precisamente ese es el título de la primera novela del escritor, en la que él mismo detalló paso a paso todo el sistema de suicidios inducidos para controlar a los indeseables, activando sus microchips. No es realmente novedoso que un pirado se dedique a llevar a la realidad obras de ficción de sus ídolos, pero el autor del bestseller en cuestión podría sorprenderse un poco más de lo que lo hace, quizás.

La historia se basa en hechos parcialmente reales y, aunque la relación de este tema con suicidios reales no está confirmada, hay una leyenda urbana que asegura que la letra depresiva de la canción “Gloomy Sunday” afectaba a muchas personas de tal modo que terminaban quitándose la vida, como hizo su propio autor, el húngaro Rezso Seress. Si os interesa la información, pinchad en el link de arriba que va a la entrada de Wikipedia sobre la canción. Como curiosidad, en la película es la propia Lucía Jiménez la que interpreta “Gloomy Sunday”.

La película se plantea como un thriller de suspense, con algunos puntos que recuerdan a otras películas como “En la boca del miedo” o incluso “Seven”. La historia no deja de ser el argumento de un libro de ciencia ficción, por lo que se balancea continuamente al borde de la realidad, aunque hay que decir en su defensa que tratan con bastante cuidado los asuntos estrictamente científicos para no restar credibilidad. Esa sobriedad ayuda a digerir esta producción que destaca poquito en otros aspectos y que de otro modo sería absolutamente intragable.

*** Fin de Spoilers! ***

En realidad la cinta se deja ver y poco más. Aprueba justito, con partes francamente mejorables. Las interpretaciones tampoco son nada del otro mundo, bastante apáticas y faltas de emoción salvo algún interesante esfuerzo de Lucía Jiménez por vivir una historia en la que su pareja protagonista, Timothy Hutton, parece que simplemente pasaba por allí.

El director mallorquín Daniel Monzón, que se dio a conocer con su primera película “El corazón del guerrero” en el año 2000, recabó entonces alabanzas y críticas casi por igual. Tanto entonces como ahora hay que reconocer que al menos se arriesga con lo que hace, punto a favor para cualquier director joven que intente hacerse un hueco en el difícil y repetitivo espacio cinematográfico español. En la mayoría de los casos se lleva las películas a “su terreno” y rueda en Mallorca, situación positiva en el aspecto técnico a la hora de encontrar localizaciones y entornos favorables.

Lo bueno de “La caja Kovak” es que entretiene y lo malo es que con ese material se podía haber hecho mucho más, porque la historia es interesante y desde mi punto de vista está desaprovechada. Esperemos que lo mejor de este director todavía esté por venir.