domingo, 18 de julio de 2010

El misterio de la isla de Tökland

La relectura de este libro era algo que necesitaba hacer desde hacía mucho tiempo. Como ya he dicho alguna vez en el blog, fue la primera novela que disfruté de verdad, siendo consciente por primera vez de que la literatura tenía algo mágico que enganchaba. Leído unos 25 años después, “El misterio de la isla de Tökland” guarda gran parte de los alicientes que hicieron enamorarse de la lectura a aquella niña de 10 años que por entonces devoraba colecciones de “Los cinco”, “Los Hollister” y “Elige tu propia aventura”.

Desde mi perspectiva de hoy, el libro continúa siendo una historia interesante y goza de una narración impecable. Su variado léxico hace además que sea una lectura ideal para ampliar vocabulario en edades tempranas, pero incluso de adulto da gusto disfrutar de algo escrito con tanta corrección. Eso sí, dudo que cuando lo leí de pequeña entendiera ese final tan místico y espiritual. Aún así, es un libro que se desarrolla con muchísima coherencia y que en ningún momento flojea.

Hace unas semanas lo nombré con motivo del Día del Libro, puesto que era un título que tenía en la memoria a pesar de ya no recordar casi nada del argumento. Por eso decidí volver a leerlo y me metí tanto en su maravillosa aventura que, salvo por algunos pasajes, apenas reparé en que era una obra destinada al público joven.

Joan Manuel Gisbert es quizás uno de los escritores españoles más conocido dentro del ámbito infantil y juvenil, donde sus libros de fantasía han creado escuela. Estoy segura de que la mayoría de vosotros ha leído alguna novela suya en el colegio, quizás este mismo “El misterio de la isla de Tökland” que tan buenas sensaciones me dejó entonces y también ahora. Yo desconocía que este autor tenía en su haber tal cantidad de libros (casi 50 desde que publicara el primero en 1979) así que es posible que haya leído alguno más suyo aunque no lo recuerde. Como ya dije en su momento, totalmente recomendable y para todos los públicos.

5 comentarios:

  1. A mi me paso algo parecido con "Los hijos del vidriero" (Maria Gripe), que lo recupere años después de haberlo leído y me di cuenta que es una historia que no solo envejece bien, sino que además tiene un subtexto al que se le saca más jugo con algunos años más pese a ser literatura infantil.

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  2. Sr. Nocivo, ocurre con algunos libros, es curioso, que cuando eres adulto les encuentras otras interpretaciones que de niño es muy difícil darle. Yo creo que eso hace que sean mejores obras, sin duda.

    saluditos

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  3. Pues desconozco al autor aunque de niño la novela infantil que leía era de JNoaquim CArbó, Sebastià Sorribas, autores catalanes que no sé si estarán traducidos. En cualquier caso la relectura de esos libros me resultaría ingrata, porque los ojos que leerían ya no serían los de un niño y temo que se destruyeran los buenos/entrañables recuerdos de esas lecturas

    Saludos

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  4. He de reconocer que no conocia este libro. La verdad es que pensar en los libros que lei de niño... no se, tal vez los deje en la estanteria, manteniendo los buenos recuerdos que me traen mas que intentar traerlos de nuevo.

    No digo que no se puede releer, pero esos libros estan escritos para un publico que, lastimosamente, y no somos.

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  5. Sese no me suenan esos autores, igual es lo que dices, que no están traducidos al castellano. Yo tenía un poquito de miedo al releer "El misterio de la isla de Tökland" pero no me ha defraudado :)

    Jose, no me recuerdes que ya tengo una edad, hombre! XD En este caso, la lectura no me ha eliminado el maravilloso recuerdo infantil, aunque puede que sí ocurra con otros libros.

    saluditos!

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