En nuestro segundo día en La Palma decidimos bajar por la costa Oeste de la isla. Existen multitud de miradores en los márgenes de las carreteras, desde los que se pueden contemplar varios kilómetros de valles y costas.
A media mañana hicimos una parada en el Mercadillo del Agricultor de Puntagorda, del que nos habían hablado muy bien. Allí aprovechamos para comprar algunos dulces típicos (riquísimos almendrados!), tomarnos un guarapo de caña delicioso e incluso participamos, gracias a un joven con prisa que nos regaló los boletos, en el sorteo de una cesta de productos locales. No nos tocó nada, pero pasamos un rato muy agradable.
Continuando nuestro viaje pasamos por Tijarafe y llegamos al mirador de Time, desde donde hay una imponente panorámica de Los Llanos de Aridane y Tazacorte. Comimos en el Puerto de Tazacorte, justo frente al mar, en el paseo que discurre paralelo a una pequeña playa de arena negra.
Tras la comida seguimos ruta hasta Los Llanos de Aridane, actualmente el municipio más poblado de la isla con algo más de 20.000 habitantes. No deja de ser un pequeño núcleo urbano que en los últimos años ha despegado económicamente gracias sobre todo al turismo y se ha convertido en un animado centro de reunión.
Paseamos por el centro de la ciudad y el entorno de la plaza de España, donde está situada la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, el edificio del Ayuntamiento y la zona comercial.
Ya de regreso bordeamos El Paso y Santa Cruz de La Palma, para subir esta vez por la costa Este de la isla. Paramos en un par de miradores más, como el del Jardín de las Hespérides, dedicado a la fertilidad, aunque la falta de luz ya hizo que las fotos no hagan justicia al paisaje.
Fotos:
1. Vista desde el mirador de La Tosca.
2. Mirador de Time.
3. Puerto de Tazacorte.
4. Los Llanos de Aridane.
5. Ayuntamiento de Los Llanos.
6. Vista desde el mirador Jardín de las Hespérides.
(continuará…)
Pues que bonito todo,con los miradores, La Zarza, los Llanos de Ariadna... ME alegro que disfrutaras del viaje.
ResponderEliminar¡Qué pasada las vistas desde los miradores!!!
ResponderEliminarJe, despachaste rápido toda la costa oeste... :-)
ResponderEliminarSalud y tal.
Nocivo, un viaje precioso, en efecto. Y aún me queda por publicar! :D
ResponderEliminarTherwis, las vistas eran realmente increíbles. Además había miradores cada pocos kilómetros y pedían a gritos fotos de la panorámica :)
Exseminarista ye-ye, es que después del guarapo ya no tengo muy claro lo que ocurrió... XDD
saluditos!
Qué bonitas las fotografías, sobre todo desde los miradores! Muchas gracias por compartir este viaje y así darnos a conocer un poquito más esta isla :)
ResponderEliminarUn abrazo
Akane, es que la isla coge muchísima altura y se ve toda la costa casi desde cualquier punto un poco alto. Da una sensación de infinito bastante intensa :D
ResponderEliminarCreatiBea, me llegó un comentario tuyo al correo pero no veo que se haya publicado ni nada :/
saluditos!
Es bastante bonito. Unas vistas magníficas. Curioso, pero en lo recortado de la costa me recuerda a algunas rías gallegas.
ResponderEliminarUn abrazo, Lillu.
Javi, sí que hay zonas que recuerdan mucho a las rías altas. Incluso en la zona de montaña encontré similitudes, por los bosques de pinos, los castaños y el ambiente húmedo y verde tan típico de Galicia.
ResponderEliminarsaluditos
Creo que no hace falta que sigas, Lillu, que ya me has convencido de que merece la pena :P
ResponderEliminar¿No te dio vértigo ese mirador al abismo? :S
JuanRa, jaja, pues todavía me quedan un par de entradas :P
ResponderEliminarFíjate que yo sí tengo vértigo en algunas ocasiones, pero precisamente en los miradores no me dio demasiado. Bueno, recuerdo uno que sí se cortaba la montaña nada más asomarse tras la barra de madera... En ese sí me dio de todo XD
saluditos